martes, 24 de noviembre de 2009

Yo que tú…

Probablemente en algún momento, alguno ha escuchado la historia o anécdota de una persona o amigo y ha pensado o dicho: “yo que tu…”. Y es que, cuando no pasamos por esa situación, nuestra vena creativa sale a la luz, y desea hacerte creer todo lo que harías en caso pasaras por lo mismo por lo que paso esa persona.

Entonces llega tu amigo y te dice: “no sabes lo que me pasó!, estaba caminando, tranquilo, escuchando música, y se me acerca un chico, a pedirme una propina. Lo vi medio pirañón (es decir, con aspecto de ratero), pero me atreví a decirle que no tenía nada. Al rato que le dije eso, me sacó un cuchillo y me dijo que si no le daba nada me dejaba marcado. Así que le di la plata y me quite palteado (asustado).”

Luego de escuchar esta historia, vienen los comentarios y sugerencias, producto de la vena creativa que empieza a brotar por tus labios:
- Yo que tú le metía un puñete y lo dejaba out por ratero
- Yo que tú le quitaba el cuchillo y lo obligaba a pedirme perdón
- Yo que tú no le hacía caso y seguía caminando
- Yo que tú agarraba una piedra y se la reventaba en la cabeza por ratero

Pero, lo mas probable, es que todos, (o bueno, casi todos), los comentarios, sean una total mentira. Y es que cuando uno pasa por la situación, cuando lo vives en carne y hueso, no sueles reaccionar como crees.

Es probable que, lo que en realidad ocurra sea:
- Yo metí la mano al bolsillo y le di todo, billetes, monedas… casi le doy mi celular, mi mp3, y se quería le daba mis zapatillas con tal que no me corte la cara.
- Yo empecé a temblar, y segundos después empecé a gritar; saque lo que encontré en el bolsillo y se lo di rogando por que no me pidiera más.
- Yo corrí más rápido que Bolt; corrí tan rápido como si el serenazgo me estuviera persiguiendo.
- Yo lloré y por poco no me oriné encima.

Lo que es claro, es que no escucharemos estas historias, porque, la vena creativa actúa a favor de tu orgullo y vergüenza, y no permitirá que quedes en ridículo frente a tus amigos.

Entonces, si yo cuento esta historia: “Hace más o menos un año caminaba desde el británico de la marina hasta la católica, la distancia no es mucha, así que iba escuchando música. Un día, note que un hombre me seguía, muy de cerca. Intenté guardar la calma, y caminar por donde había gente, el problema era que recién eran las 8:30am, y no había mucho movimiento en las calles de lima. Paso por mi lado, se detuvo a preguntarme la hora, y le dije que no sabía. Siguió caminando y espero que pasara de nuevo. Me trepe al primer carro que paso, y vi, desde mi asiento, cómo el hombre me seguía con la mirada, dio media vuelta, y se fue. Empecé a temblar de miedo, y solo atiné a contarle a cuanta persona se me cruzara.”

Si escuchas esta historia, Tú que Yo, qué hubieras hecho?

Los dejo con una canción que no quiere salirse de mi cabeza, pero que por suerte, me gusta.

La canción es de Rihanna, y la versión que pongo es la que cantaron en Glee (desde ese día no dejo de escucharla). Quise colgar el video original pero tiene restricciones. Igual está buena, ojala les guste.

1 comentario:

  1. Upas, si yo presiento que tiene mal aspecto no lo tomo en cuenta y sigo caminando... pero, es muy difícil decir qué haría uno en una situación así sin vivirla. Me imagino el miedo de tu amigo, porque lo están amanezando con un cuchillo. Que terrible que el ser humano llegue a dañar a otro por un pedazo de papel. :-s

    Saludos y cariños para ti.

    ResponderEliminar