Cuando uno tiene un trayecto diario, por la misma ruta, suele identificar a personas, que día a día toman tu misma ruta. A muchos los vez a diario, a otros solo algunos días, pero, ya sientes que los conoces.
Esto me pasa ya hace casi 3 meses, que tomo una misma ruta a diario; gracias a esto he logrado identificar a ciertos personajes.
En este pequeño post les describiré a esos personajes que ya siento que conozco.
La señora temblorosa: esta señora siempre esta sentada adelante, en el asiento reservado. No se exactamente desde dónde venga, porque cuando yo subo a la combi ya ella está ahí. Pero cuando la veo, me arrepiento un poco de haberme subido. El problema con esa señora reside en sus piernas. Cada vez que cruzamos el puente Ricardo palma, llegamos al paradero en el cual la señora se bajará, y en el cual nos quedaremos fácil 5 minutos esperando que la señora baje. No es muy adulta, no es anciana, pero, sus piernas parece que ya lo son, y se vuelve casi una misión imposible ayudar a la señora a bajar de la combi.
La triste: es una joven, aparentemente universitaria, que se baja mas o menos por la cuadra 5 de roca y boloña. El rostro de la chica la hace parecer triste, porque sus ojos son caídos. Además de eso, es súper blanca, y lacia. Siempre esta con los audífonos escuchando música.
Ojitos: es un cobrador de las pocas combis que van por roca y boloña. Ojitos tiene un ojo que apunta en otra dirección. No se si sea de nacimiento, pero, de hecho llama la atención.
Mirón: otro cobrador de las combis que tomo para llegar a la chamba, es un señor ya mayor, chiquito, siempre con su gorra puesta. Le pongo mirón, porque este señor revisa una, dos, tres o las veces que sean necesarias, las monedas que recibe de sus pasajeros. Asumo que en más de una ocasión le han dado monedas o billetes falsos y por eso mira y remira lo que recibe.
La fresca: es una señora, de aproximadamente 40 años, que sube en el puente Ricardo palma. Camina con toda la paciencia del mundo para llegar a la combi. Sube con total lentitud, y si no hay sitio, apoya sus cuatro letras en el respaldar de algún asiento libre. Es una de esas personas que con solo mirarla yo pienso: NO ME CAE.
El escolar: hay un niño que siempre espera el carro a mitad de la calle, y para su suerte, el carro siempre se detiene para recogerlo. Debe estar en 3ero o 4to de secundaria. Pequeño de talla, cabello ondulado, y aunque tenga ropa deportiva o uniforme escolar, siempre trae puesta su casaca. A pesar que siempre lo veo, hasta ahora no se de que colegio es.
Esta es una pequeña lista de los curiosos personajes que acompañan mi trayecto para llegar a mi trabajo. Y ustedes? También tienen sus personajes “conocidos”?
Esto me pasa ya hace casi 3 meses, que tomo una misma ruta a diario; gracias a esto he logrado identificar a ciertos personajes.
En este pequeño post les describiré a esos personajes que ya siento que conozco.
La señora temblorosa: esta señora siempre esta sentada adelante, en el asiento reservado. No se exactamente desde dónde venga, porque cuando yo subo a la combi ya ella está ahí. Pero cuando la veo, me arrepiento un poco de haberme subido. El problema con esa señora reside en sus piernas. Cada vez que cruzamos el puente Ricardo palma, llegamos al paradero en el cual la señora se bajará, y en el cual nos quedaremos fácil 5 minutos esperando que la señora baje. No es muy adulta, no es anciana, pero, sus piernas parece que ya lo son, y se vuelve casi una misión imposible ayudar a la señora a bajar de la combi.
La triste: es una joven, aparentemente universitaria, que se baja mas o menos por la cuadra 5 de roca y boloña. El rostro de la chica la hace parecer triste, porque sus ojos son caídos. Además de eso, es súper blanca, y lacia. Siempre esta con los audífonos escuchando música.
Ojitos: es un cobrador de las pocas combis que van por roca y boloña. Ojitos tiene un ojo que apunta en otra dirección. No se si sea de nacimiento, pero, de hecho llama la atención.
Mirón: otro cobrador de las combis que tomo para llegar a la chamba, es un señor ya mayor, chiquito, siempre con su gorra puesta. Le pongo mirón, porque este señor revisa una, dos, tres o las veces que sean necesarias, las monedas que recibe de sus pasajeros. Asumo que en más de una ocasión le han dado monedas o billetes falsos y por eso mira y remira lo que recibe.
La fresca: es una señora, de aproximadamente 40 años, que sube en el puente Ricardo palma. Camina con toda la paciencia del mundo para llegar a la combi. Sube con total lentitud, y si no hay sitio, apoya sus cuatro letras en el respaldar de algún asiento libre. Es una de esas personas que con solo mirarla yo pienso: NO ME CAE.
El escolar: hay un niño que siempre espera el carro a mitad de la calle, y para su suerte, el carro siempre se detiene para recogerlo. Debe estar en 3ero o 4to de secundaria. Pequeño de talla, cabello ondulado, y aunque tenga ropa deportiva o uniforme escolar, siempre trae puesta su casaca. A pesar que siempre lo veo, hasta ahora no se de que colegio es.
Esta es una pequeña lista de los curiosos personajes que acompañan mi trayecto para llegar a mi trabajo. Y ustedes? También tienen sus personajes “conocidos”?
Hola, que buena radiografía, me entretuve leyendo... jajaja.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo inmenso.
Buen finde.
pues yo también casi siempre veo a las mismas persoans cuando tomo el carro, viajo en él y también cuando me bajo, sobre todo en la mañana!
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