Cuando estaba en el cole, durante los años de primaria, siempre hacíamos actuaciones por lo que sea. Y es que éramos pequeñas, osea, adorables; es decir, los profesores consideraban que era “tierno” hacernos bailar, para hacer que nuestros papás estén contentos (cosa que así no renegaban tanto al pagar las boletas). Pero bueno, yo cursaba, creo que el 3ero o 4to de primaria, y evidentemente, ese año no fue la excepción. Ese año, en una de las tantas actuaciones de las cuales participábamos obligadas, nos hicieron bailar una canción que estaba, por así decirlo, de moda, en aquel momento.
La cosa es que, nos sacaban a ensayar a cada rato. En hora de matemáticas, en hora de literatura, en hora de biología… siempre nos sacaban para ensayar.
Comprenderán que para mí era realmente agradable la idea de faltar a clases, así que, cada vez que nos decían: ensayo, yo me ponía de pie al toque y salía contenta.
Pero aquel día, algo extraño paso. No nos habían avisado a qué hora ensayaríamos ese día. Pero la profesora nos hizo parar, todas mis compañeras se pusieron en pie, y yo las seguí, con una sonrisa en el rostro.
Lo raro era ver a algunas de mis amigas con rostros asustados (al igual que la profe). Pero bueno, yo seguía la fila, y pensaba los pasos, para no equivocarme en el ensayo. Al salir del salón, todo fue más confuso aún. Mi salón no era el único que salía. Vi como todos los demás salones salían rápidamente, y cada una con el rostro mas preocupado que la otra. Bueno, no le presté importancia, porque tal vez sería un ensayo general o algo así.
La cosa es que la profesora nos llevo así la puerta de salida del colegio, eso ya me hizo dudar aún más de lo que pasaba. Seguía mirando a los lados, y ya sospechaba que no iríamos a ensayar.
Salimos del colegio, y vi a mi abuela afuera (ella vivía frente a mi colegio) con rostro muy preocupado, se me acercó rápidamente y me dijo: estas bien?. Ya eso fue más extraño, así que solo la miré y le aseguré que sí, que me encontraba bien.
Tienen idea de lo que había pasado? Pues bueno, aparentemente, ese día, a la hora de mi supuesto ensayo de “sopa de caracol”, se había producido un fuerte temblor. Temblor que, no sé por qué, no sentí en lo más mínimo.
Poco tiempo después presentamos nuestro acto, y por suerte, ya sin temblores de por medio.
(los dejo con la canción que da título a este post)
temblor al ritmo de sopa de caracol... jajaja qué buen flow xDDD
ResponderEliminarwhat a very good soup!!