Durante el verano del 2008, y como muchos veranos, dedique parte de mi tiempo en entrenar.
Entrenaba en un cole, porque el entrenador de la univ, también era entrenador de ese cole.
Entonces, como mi entrenador vivía cerca a la cato, nos jalaba a mí y a otras chicas al colegio, cosa que así nadie tenía excusa para faltar al entrenamiento. Para esto, teníamos dos puntos de encuentro. Cuando íbamos todas las de la zona nos recogía en un punto en la av. La marina. Pero, había días que solo iba yo; esos días me esperaba en sucre.
Entrenaba en un cole, porque el entrenador de la univ, también era entrenador de ese cole.
Entonces, como mi entrenador vivía cerca a la cato, nos jalaba a mí y a otras chicas al colegio, cosa que así nadie tenía excusa para faltar al entrenamiento. Para esto, teníamos dos puntos de encuentro. Cuando íbamos todas las de la zona nos recogía en un punto en la av. La marina. Pero, había días que solo iba yo; esos días me esperaba en sucre.
Bueno, la cosa es que uno de esos días, yo estaba algo tarde, por lo que mi entrenador me llamó para conocer mi paradero. Yo ya estaba en la combi, camino al lugar de encuentro, y le informé de esto al contestar el cel.
Lo guardé, y minutos después llegué a la esquina en la que tenía que bajar. La mochila cayó sobre mi hombro y mientras bajaba sentí algo extraña en ella. Claro, todo esto paso en cuestión de segundos.
Ya había terminado de bajar, y un pata bajo justo detrás mio. Cuando pasé la mochila adelante para ver si me faltaba algo, noté que estaba abierta, y al buscar, mi cel no estaba. Miré automáticamente al pata quien caminaba todo campante, y –aun no sé cómo- lo agarré del brazo. Solo atinaba a decirle: dame mi celular!! No temblé ni un poquito, nada, me mostré firme.
Al pata creo que lo tomé de sorpresa porque no hacía nada. Solo atinaba a decir: yo no tengo nada.
Lo guardé, y minutos después llegué a la esquina en la que tenía que bajar. La mochila cayó sobre mi hombro y mientras bajaba sentí algo extraña en ella. Claro, todo esto paso en cuestión de segundos.
Ya había terminado de bajar, y un pata bajo justo detrás mio. Cuando pasé la mochila adelante para ver si me faltaba algo, noté que estaba abierta, y al buscar, mi cel no estaba. Miré automáticamente al pata quien caminaba todo campante, y –aun no sé cómo- lo agarré del brazo. Solo atinaba a decirle: dame mi celular!! No temblé ni un poquito, nada, me mostré firme.
Al pata creo que lo tomé de sorpresa porque no hacía nada. Solo atinaba a decir: yo no tengo nada.
Un rato después, caí en cuenta que mi entrenador me esperaba, pero, no se había dado cuenta de lo que pasaba. Así que lo miré y le dije: NO ME QUIERE DAR MI CELULAR!! Mi entrenador se bajó del carro, y yo seguía colgada del brazo del pata, que en ese momento, al sentirse acorralado, solo atinó a darme mi celular y decir: se te había caído, te lo iba a dar!
Entenderán la molestia y cólera por su frescura. El pata siguió su camino como si nada hubiera pasado. Nosotros nos subimos al carro, pasamos a su lado, lo miramos con cara de pocos amigos, y segundos después paso a nuestro lado una policía motorizada. Aún no sé por qué, pero saqué la cabeza, y le pasé la voz. Grave error!! La señorita nos hizo estacionar, para identificar al choro. Minutos después, estábamos en la comisaria, sentando la denuncia (obligados por los tombos) Así, y luego de 1 hora y media, creo, logramos salir de la comisaria, y logramos llegar al entrenamiento.
Pero, el resultado al menos fue positivo, y mi celular se quedó conmigo y el choro al menos paso 24 horas en la comisaria.
los dejó con el tema de ese verano)
manya... al menos tuviste suerte con el poder recuperar tu celular!!!
ResponderEliminarhay otra gente que no lo sucede y tiempo después lo encuentra en un puesto de "llamadas, llamadas"
ja! suertuda!!! bueno lo que más me gusto fue la cancion de la sombrilla...esa cancion chiflada esta cargada de recuerdos fuertes jaa..hace dos veranos...el sur...
ResponderEliminary hoy en día han vuelto ja parece que las olas del mar tambien traen basura...