Voto

Entré porque me pasaron el dato. Y aunque no me interesaba mucho, no se porque ahora lo veo relevante. Bueno, entre a un concurso, y como cualquiera, brotó de mi el interés por ganar. Soy competitiva, y por eso ahora busco obtener más votos.

La idea es esta, entra a esta web: http://20blogs.pe/vota-por-un-blog/

En la parte de Categoría, ponen: Blog personal

En dirección web colocan el link de este humilde blog: http://www.unblogmasnohacedao.blogspot.com/

Y luego ingresan su correo electrónico.
Un rato después les llegará un mail en el cual darán clic a un enlace para confirmar su voto. Sé que parece largo y tedioso, pero la verdad es al toque.

Bueno, a los que puedan hacerlo, les agradeceré, y a los que no… los molestaré igual por el MSN jaja.

Gracias =)

Esperar

Detesto espera a la gente.

No importa quien sea, lo detesto.

Y más reniego cuando la otra persona lo sabe.

Cuando a pesar de saber que me pone de mal humor, parece que se empeñaran en hacerme renegar.

Para mí la hora peruana es una frescura.

Y la detesto.

Yo respeto el tiempo de los demás.

Yo me preocupo por si la otra persona estará esperando sola.

Y soy tolerante.

Bastante tolerante.

Pero hay cosas inevitables.

Y qué me queda: seguir esperando.

Casito…

Durante el verano del 2008, y como muchos veranos, dedique parte de mi tiempo en entrenar.
Entrenaba en un cole, porque el entrenador de la univ, también era entrenador de ese cole.
Entonces, como mi entrenador vivía cerca a la cato, nos jalaba a mí y a otras chicas al colegio, cosa que así nadie tenía excusa para faltar al entrenamiento. Para esto, teníamos dos puntos de encuentro. Cuando íbamos todas las de la zona nos recogía en un punto en la av. La marina. Pero, había días que solo iba yo; esos días me esperaba en sucre.

Bueno, la cosa es que uno de esos días, yo estaba algo tarde, por lo que mi entrenador me llamó para conocer mi paradero. Yo ya estaba en la combi, camino al lugar de encuentro, y le informé de esto al contestar el cel.
Lo guardé, y minutos después llegué a la esquina en la que tenía que bajar. La mochila cayó sobre mi hombro y mientras bajaba sentí algo extraña en ella. Claro, todo esto paso en cuestión de segundos.
Ya había terminado de bajar, y un pata bajo justo detrás mio. Cuando pasé la mochila adelante para ver si me faltaba algo, noté que estaba abierta, y al buscar, mi cel no estaba. Miré automáticamente al pata quien caminaba todo campante, y –aun no sé cómo- lo agarré del brazo. Solo atinaba a decirle: dame mi celular!! No temblé ni un poquito, nada, me mostré firme.
Al pata creo que lo tomé de sorpresa porque no hacía nada. Solo atinaba a decir: yo no tengo nada.

Un rato después, caí en cuenta que mi entrenador me esperaba, pero, no se había dado cuenta de lo que pasaba. Así que lo miré y le dije: NO ME QUIERE DAR MI CELULAR!! Mi entrenador se bajó del carro, y yo seguía colgada del brazo del pata, que en ese momento, al sentirse acorralado, solo atinó a darme mi celular y decir: se te había caído, te lo iba a dar!

Entenderán la molestia y cólera por su frescura. El pata siguió su camino como si nada hubiera pasado. Nosotros nos subimos al carro, pasamos a su lado, lo miramos con cara de pocos amigos, y segundos después paso a nuestro lado una policía motorizada. Aún no sé por qué, pero saqué la cabeza, y le pasé la voz. Grave error!! La señorita nos hizo estacionar, para identificar al choro. Minutos después, estábamos en la comisaria, sentando la denuncia (obligados por los tombos) Así, y luego de 1 hora y media, creo, logramos salir de la comisaria, y logramos llegar al entrenamiento.

Pero, el resultado al menos fue positivo, y mi celular se quedó conmigo y el choro al menos paso 24 horas en la comisaria.

los dejó con el tema de ese verano)

El tema

No había sido necesario hablar del tema hasta ahora.
No se había presentado la oportunidad aún.
Pero llegó.
Y sentía nervios.

Era algo nuevo.
Y aunque confiaba que no lo tomaría a mal, igual el tema era nuevo.

Así que dar el primer paso no fue fácil, pero tú, como me conoces tanto, te diste cuenta que algo tenía que decir, y me ayudaste a soltar las primeras palabras.

Todo ocurrió como lo esperaba, la confianza invadía el ambiente.
Y el tema fluyó con facilidad.

No fue necesario extenderse, y los detalles se dejaron de lado.
Y luego de consejos, risas, y también silencio; la conversa llegó a su fin.
Pero fue más que un final, fue un: continuará.

Y es que no creo que esto quede aquí.

Las dudas saltarán siempre, pero sé que la disposición a resolverlas estarán siempre presentes.

Solo queda por decirte: gracias.

Como buenos peruanos, que festejamos hasta por si perdemos un partido de futbol, el sábado 11 de julio, la gente de comunica festejo el fin del ciclo.
Para algunos, una fiesta para celebrar que acabo el sufrimiento del ciclo.
Para otros, como yo, la fiesta era para celebrar el fin de la carrera.

Así que la cabeza iba pensando: festejar hasta morir. Y aunque no hubo muertos ni heridos, todos se divirtieron.
Chela, música, amigos, parejas, mas chela, mas amigos… todo el escenario perfectamente armado.

Faltó gente, amigos, que por algún motivo no lograron asistir.
Hubo también muchos desconocidos. Cachimbos ansiosos por disfrutar de su primer tono en facultad.

Pero la noche quedó corta.
La diversión fue tal que logro que el tiempo pase volando, que pase sin sentirlo.
Y aunque no queríamos, llegó a su fin.
La fiesta termino, y creo que todos salieron contentos.
La fiesta termino y con ella nuestra etapa universitaria.

Pero nos veremos pronto… colegas

Sentimientos encontrados

Hoy para mí es un día relativamente normal.
Me levanté, me duché, y me fui a la chamba.
Hasta ahí, todo bien. Pero, no era del todo cierto.
A las 11am, entregué por fin, mi último trabajo pendiente.
A las 11am, del día de hoy, egresé.
Ya no me quedan cursos pendientes en la cato. Nada. Todo está cubierto.
Pero, no sentí nada especial.
El trabajo salió de mis manos, como siempre. Una sonrisa a la señorita de mesa de partes, y un: para dejar un trabajo… salió de mis labios.
El trabajo se depositó, como siempre, en un sobre manila, y luego de terminar de firmar, todo había terminado.
Salí de ahí, y caminaba pensando: ok, eso es todo? Realmente esto es todo? No sabía si reír, o sonreír, o estar seria.
Todo fue rápido, sencillo y sin dolor.
Creo que esperé mucho este momento. Lo esperé con ansias, y quizás quemé el momento.
Pero, la realidad de todo, es que ya llegó a su fin. Por fin llegó a su fin.
Y ahora puedo decir que egresé.
En algún momento la emoción me llegará.
O tal vez ya llegó, y no lo he notado por ser tan intenso.

Pero de algo si estoy segura: estoy feliz!

Últimos días

El tiempo pasa más lento que nunca. Todo se duplica.
Los días parecen meses, las horas parecen años, y los minutos parecen no avanzar.
Y es que cuando estas más próximo a un fecha especial, la adrenalina que corre por tu cuerpo te invade, y hace que todo pase en cámara lenta.
Y aunque tú quieras que todo termine pronto, tu cuerpo en parte quiere que tengas algún recuerdo de estos días previos.

Pero es un problema cuando te retrasan esa fecha.
Es un problema cuando te dicen que la fecha que tanto esperas se tiene que postergar un poco más
Y un poco más
Y otro poquito más.

Y bueno, qué me queda? Seguir esperando, y rogar porque no me posterguen más.
Rogar por no escuchar de nuevo que me digan: otro poquito más.

Queda sacar lo poco de energía que me queda.
Queda recargar mis pilas.
Queda tener la fuerza suficiente para llegar por fin a la fecha tan esperada.
Queda por esperar con ansias mi ultimo día como universitaria.

13 de julio, llega pronto por favor!