Gracias a tantas idas y venidas dentro de nuestro adorado transporte público, es que surgen diversas ideas, y nuestro cerebro decide que debe volar un poco más allá de lo evidente.
Mi cerebro voló y decidió plantearme una serie de preguntas que hasta el momento no logro responder, y que me gustaría plasmar en este espacio.
- ¿Por qué las mujeres tienen que ir con tacos al trabajo?
- ¿Por qué, si trabajamos en atención al público debemos ir arreglados, cuando los clientes muchas veces van en pijama?
- ¿Por qué las mujeres tienen que combinar la cartera con la ropa, si a la larga, la cartera la guardan en el cajón de su escritorio?
- ¿Por qué regateamos todo lo que compramos?
- ¿Por qué cuando vemos a un ratero romper una luna o arranchar una cartera decimos: mira mira, le están robando!, y no actuamos?
- ¿Por qué decidimos que podemos tirar basura por la ventana del micro, y no podemos guardarla unos minutos en el bolsillo hasta encontrar un tacho?
- ¿Por qué nos paramos a una cuadra del paradero y pretendemos que la combi parará si o si?
- ¿Por qué tenemos que ir a una oficina a trabajar cuando podemos hacer el trabajo desde casa?
- ¿Por qué todos se creen entrenadores al ver algún partido, cuando con las justas pueden detener un balón?
- ¿Por qué le gritamos al chofer: Oiga avance!, cuando minutos antes nosotros hicimos esperar a toda la gente que estaba arriba gritando: ya pues avance!?
Esta es solo una pequeña lista de preguntas que decidieron llegar a mi cabeza en alguno de los viajes de ida y venida.
Muchos viajes están por venir, y con ellos quizás muchas mas preguntas me asalten. El detalle está en lograr conseguir respuesta a al menos una de ellas.
Mi cerebro voló y decidió plantearme una serie de preguntas que hasta el momento no logro responder, y que me gustaría plasmar en este espacio.
- ¿Por qué las mujeres tienen que ir con tacos al trabajo?
- ¿Por qué, si trabajamos en atención al público debemos ir arreglados, cuando los clientes muchas veces van en pijama?
- ¿Por qué las mujeres tienen que combinar la cartera con la ropa, si a la larga, la cartera la guardan en el cajón de su escritorio?
- ¿Por qué regateamos todo lo que compramos?
- ¿Por qué cuando vemos a un ratero romper una luna o arranchar una cartera decimos: mira mira, le están robando!, y no actuamos?
- ¿Por qué decidimos que podemos tirar basura por la ventana del micro, y no podemos guardarla unos minutos en el bolsillo hasta encontrar un tacho?
- ¿Por qué nos paramos a una cuadra del paradero y pretendemos que la combi parará si o si?
- ¿Por qué tenemos que ir a una oficina a trabajar cuando podemos hacer el trabajo desde casa?
- ¿Por qué todos se creen entrenadores al ver algún partido, cuando con las justas pueden detener un balón?
- ¿Por qué le gritamos al chofer: Oiga avance!, cuando minutos antes nosotros hicimos esperar a toda la gente que estaba arriba gritando: ya pues avance!?
Esta es solo una pequeña lista de preguntas que decidieron llegar a mi cabeza en alguno de los viajes de ida y venida.
Muchos viajes están por venir, y con ellos quizás muchas mas preguntas me asalten. El detalle está en lograr conseguir respuesta a al menos una de ellas.